viernes, 13 de junio de 2008

Sueños de Camioneta

Sueños de Camioneta
Marlon Urizar

Los sueños no son muy diferentes de la realidad. Es extraño. Crecemos pensando que podemos distinguir entre lo que es la realidad y lo que no lo es, y dentro de lo que no es ponemos todo, como algo que está en un lugar alejado; ahí ponemos las fantasías, los sueños despierto, los de querer volvernos Rambo por un momento y querer terminar con la delincuencia con una gran metralleta, o también podemos soñar con terminar con la pobreza y los problemas sociales siendo millonario y dándoles todo a los pobres para que “salgan adelante”. Este tipo de sueños me sorprende cuando voy casi mareado por los olores de perfume de secretaria y de sobaco en la camioneta, me emborracha, me arrulla y me conduce a un trance parecido al que deben de experimentar los pegamenteros. Otro frenazo, casi todos caemos en los brazos del de enfrente, el chofer que ahora parece estar más preocupado que de costumbre… Y sí era en eso en lo que estaba pensando, en la costumbre, no en la canción que lleva ese nombre, sino en lo cotidiano en la camioneta; todo mundo anda con lo mínimo, nada de joyas, ni de relojes finos y mucho menos cargar tarjetas de crédito o billeteras muy llamativas. Todo parece hasta sobrio, lo único que parece tentar al peligro, tanto de delincuentes como de víctimas, siguen siendo los celulares, mientras más sofisticados mejor, y hasta hay quien hace alarde de su nueva adquisición jugándolo entre sus dedos. No nos resistimos a la seducción del último modelo del teléfono móvil, hasta nos sentimos temerarios llevándolos en nuestras manos o cinturas. Lo cierto es que lo inevitable nos llega a pasar un día; -nunca sabemos cuándo, ni dónde-, es una cuestión mesiánica, no sabemos ni el día ni la hora, ni las condiciones en que nos encontrará, pero lo cierto es que nos llegará y mientras llega, o se tarda en llegar, tratamos de darle tregua y jugamos con el peligro que conlleva llevar el celular último modelo pegado a nuestro cuerpo.

Estamos en crisis, pero que no llega a la hecatombe, siempre es un paso previo, lo cierto es que entre la crisis y la temida hecatombe apocalíptica se nos va la vida. Que no vamos a tener para comer, pues parece que siempre vivimos con lo mínimo, que ya más mínimo pues no hará mucha diferencia. A los únicos que parece que les va bien con todo esto es a los predicadores, y no sólo religiosos, sino también los periodistas y políticos, anuncian la inevitable llegada de lo inevitable, y lo pongo así porque lo inevitable nunca sabremos qué es, o si alguna vez ha llegado y podríamos entonces preguntarle al que la ha visto para que nos diga cómo es realidad la temida hecatombe. Mientras la hecatombe llega, y los especialistas se enfrascan en discusiones sobre cómo y cuándo llegará la hecatombe, parece que lo único que nos distrae es ver cómo quedó el fulano que le pasó la camioneta encima, o como dejaron a la fulana que murió apuñalada por marera y cómplice de extorciones. Todo parece un circo de sangre en que los payasos siempre juegan a ser el mismo, se repite, se acaba y luego vuelve a dar la misma función, en todas muere por supuesto, pero ahora hay otro y la cosa parece seguir y no terminar nunca, siempre “en el fondo, pero muy en el fondo” parece estar triste y como homenaje a sus tristezas parece que se dibuja una lágrima en el rostro y para pedir al que creó la constante crisis se deja una cruz cerca del pecho. Mientras esperamos que nos toque la función a nosotros; que nos asalten en el bus y nos metan un tiro por el cel, o que por fin de tantos recortes la empresa me termine despidiendo a mí, parece que el único entretenimiento es ver cómo quedaremos al fin de cuentas… Todavía no es el fin, -no señor-, las cosas seguirán como siempre, en la constante crisis y yo habré dado el espectáculo para los que me rodean.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hijo:
Lo que has escrito me ha llegado hasta el fondo del alma, sabiendo que todo esto esta aconteciendo. Situaciones dificiles que el mismo hombre se esta creando, volviendo cada vez la vida más complicada y desordenada, no pensando en el futuro de las jovenes generaciones, que son las que van a sentir todos los desmanes de humanos desnaturalizados. Te felicito por haber escrito este articulo basado en realidad en que vivimos. Te Felicito tu mamá:
Vilma Natareno Gil Viuda de Urizar

Anónimo dijo...

Aún en la civilización que estas no dejas de preocuparte por estos incivilizados. Tu alma esta por estas tierras tu físico esta en tierras lejanas pero tu corazón no les pertenece, realmente creo que aunque estes fuera no dejas de preocuparte por nosotros, gracias hermano por éstas letras que has escrito para nosotros que estamos viviendo esta realidad.
Animo!!!!
Tu Hermano:
Julio Urizar.

Lilly Soto Vásquez dijo...

Bien. El blog te sirve de entrenamiento para la organizaciòn del trabajo que viene. Saludos y exitos ,lilly soto

guatemalavamosalcambio dijo...

La analógía y la verticalidad de tu artículo me gusta Marolon sin duda alguna queda reflejado en tu artículo lo innegable= LA REALIDAD. Como díria Heiddegger cada quien es hijo se su tiempo y para "bien" o para "mal" este es el estadio que nos ha tocado vivir.