martes, 17 de febrero de 2009

"Guate es calida'"

Este es el nombre de una campaña que se está realizando a favor de la idea de “Guatemala”[1]. Una campaña que se funda en los modismos del lenguaje de las clases medias, principalmente de la capital de Guatemala. Y aunque la campaña trata de transmitir entusiasmo en torno a la adhesión a los significados de pertenencia; cae inevitablemente en la ingenuidad y el olvido. Claro, prefiero pensar que es por ingenuidad. No obstante, cuando pienso que es por ingenuidad, me doy cuenta que también yo mismo estoy siendo ingenuo, porque evidentemente detrás de lo que pudiera parecer una inocente campaña creada por guatemaltecos bien intencionados, está una nueva modalidad de crear significados nacionalistas que obvian o caricaturizan, en el folklore, los gravísimos problemas sociales de exclusión y pobreza extrema.

Y para muestra un botón. En “Guate” el 45.6% de los “chirices” padece de desnutrición crónica; lo que quiere decir que la mitad de la población estará reducida de por vida y nunca podrán desarrollar a cabalidad sus capacidades. Además, en “Guate” de cada cinco “chapines” uno corre el riesgo de morir de hambre.

¿Por qué no estoy a favor del nacionalismo? – No es sólo porque soy un “chambón” resentido “pues” - sino que cada vez se me hace más evidente que los nacionalismos son las bases ideológicas para justificar un sistema social que niega las condiciones mínimas de vida a las mayorías, principalmente a los indígenas. Para que la población, especialmente las clases medias, administren y defiendan un sistema que les arroja las migajas de sus cuantiosos dividendos. Me parece sencillamente inaceptable realizar una campaña de entusiasmo en torno a una idea que nos ha hecho tanto daño; que ha generado tanta miseria y exclusión, tantísima violencia para negar lo mínimo a las grandes mayorías de “Guate”. Me parece sencillamente una campaña irresponsable.

Por ello, creo que es absolutamente necesario promover una campaña que muestre las realidades apremiantes de Guatemala y que incite a la población, principalmente a las clases medias y altas, a reconocer la absoluta responsabilidad que tienen en la solución de esos problemas; una campaña que no toqué sólo al “youtube.com” sino que trascienda al ámbito de la educación privada, de las empresas y por supuesto de las instituciones del gobierno, para que nos dejemos de ingenuidades y empecemos a ser responsables de esa realidad tan lamentable. Apuesto entonces, por la promoción de la responsabilidad absoluta que tiene cada uno con esa realidad, para que se convierta en una praxis social que transforme realmente la miseria y la exclusión al que están sometidas las mayorías en Guatemala. No podemos seguir dándonos justificaciones ante esta realidad tan apremiante; no se trata de ser guerrillero ni comunista, sino simplemente humano que asume las responsabilidad de su entorno y de su historia, porque tal vez lo único que nos hace reconocernos como humanos, no es la razón, ni que hablamos ni nada de eso, sino que es la capacidad de asumir la responsabilidad del devenir histórico en el que estamos.

Mientras no asumamos esta responsabilidad absoluta que tenemos con la mitad de los “chirices” de la patria que decimos amar, “Guate” nunca, pero nunca será “calida’”.


Marlon Urizar

Frankfurt am Main, 17 de febrero de 2009

[1] Disponible en http://www.youtube.com/watch?v=2CxaQ8qXfVo
[2]Cf. http://espanol.news.yahoo.com/s/ap/090212/latinoamerica/amc_gen_guatemala_desnutricion

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Marlon:
Muchas gracias por continuar pensando en "tu" gente y en "tu" tierra y adrede entrecomillo el posesivo para subrayar el hecho de que a menos que decidamos adoptar un compromiso no estamos realmente siendo parte de nada. La pregunta es qué debe hacer cada quien y cómo, ¿es la solución política a lo que apunta tu exhortación?

Kab'raqän dijo...

Marlon:

Que bueno que retomaste la escritura en tu post, supongo que la pausa fue a raíz de la tesis. Pero bueno, me parece que esa campaña que decís es solo un apéndice de lo que quiso hacer alguna vez Guate(m)ámala, y que al final solo quedó reducido a un grupito de universitarios y miembros de comunidades que comparten los presupuestos de la modernidad regresiva de este país, como los maestros por ejemplo (no todos, pero sí más del 90%).

Veo que abogás por la responsabilidad absoluta, y recuerdo que es algo que hemos platicado en conversaciones de antes, lo cual me parece bueno. Como vos sabés, yo no comparto las soluciones dentro del Estado, pero tampoco - y mucho menos eso - estoy de acuerdo con dejarle todo a manos de los "individuos" (que en este país tan desigual equivale a decir "los ricos") o de los empresarios. Ambas soluciones representan un suicidio para mí. Tristemente no hay solución intermedia, y no me creo con la capacidad moral para decir alguna.

Sin embargo, sí comparto tu idea de que se deben denunciar todas esas atrocidades que siguen sucediendo, para que esas campañas ridículas no sigan su camino "de los victoriosos" como diría Benjamin, sino que nuestras críticas tomen el papel de los "saltos" en el continuum del tiempo lineal y vacío de la dominación.

Que estés bien, un abrazo,

Diego.

Unknown dijo...

Hola Marlon:
Gracias por ponerle palabras a las imágenes que vinieron a mi mente cuando vi el video.
Creo que, aunque yo se lo envie, debo admitir que no me transmite tanto entusiasmo esta publicidad, ya que desde hace algun tiempo tengo alguien con quien trabajar e intercambiar comentarios sobre el Derecho a la Alimentación y casos del conflicto armado interno, al cual "le han dado fin", es un fin que nunca acaba... y creo que hasta que no se resuelvan las heridas de nuestro pasado, no podemos ser tan entusiastas con nuestro presente.
Sino que le pregunten a las personas involucradas directamente en estas situaciones, siendo declaraciones que tocan el corazon, me parece que les resultaria dificil compartir este entusiasmo.
Asi que gracias por su blog... y ojala todos tomaramos en nuestras manos un poco de responsabilidad social que tanto necesitamos actualmente.